Por Luis Moreno Ocampo
El presidente fugitivo de Sudán, Omar Hassan al-Bashir, piensa asistir a un encuentro de las Naciones Unidas a finales de este mes en Nueva York sobre el futuro del desarrollo global. Para viajar, necesita una visa. Su solicitud le da al presidente Barack Obama una oportunidad de tomar una postura histórica en la lenta evolución de los esfuerzos internacionales por prevenir el genocidio.
Hace un siglo, cuando más de un millón de armenios fueron exterminados, la palabra ‘genocidio’ no existía. Asesinar a millones de personas era un asunto doméstico en el que ningún país extranjero podía intervenir.
Solo después del Holocausto cambió esta situación. En 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó un convenio sobre...