Un paisa se tomó la palabra para descrestar a sus amigos diciendo en una reunión que el matrimonio para él era una bendición de Dios, pues el vínculo conyugal era el freno que lo conducía por el buen camino, llevando un buen comportamiento.
Cierto día, uno de los amigos que lo había escuchado se lo encontró bebiendo y acompañado de una damisela de las de cuatro en conducta, como las llamaba el doctor Jaime Sanín.
--Oiste Argiro, ¿para vos no dizque el matrimonio era un freno para el buen comportamiento?
--Si hombre, pero es que cuando yo monto a caballo, le pongo el freno, pero cuando le doy de beber se lo quito.
Yo no diría que el matrimonio se pueda comparar con un freno, porque lo que de verdad nos lleva al buen comportamiento es el amor por...