Por Gloria Inés Múnera R.
Un caso muy particular me tocó presenciar durante las celebraciones de las pasadas fiestas decembrinas, cuando un ciudadano hastiado del bullicio que sus vecinos habían comenzado desde el 23 de diciembre con sus parlantes en la acera a alto volumen, decidió llamar a la policía para que pusiera en cintura a estas personas, que además consumían licor en la acera de su residencia.
Muy prestos llegaron los agentes e hicieron mermar la música a los guapachosos, pero oh sorpresa, una vez se retiraron los agentes estas personas ya alicoradas la emprendieron contra el ciudadano quejoso con palabras de grueso calibre y desafiándolo, pues según ellos los policías mismos les habían informado quién había llamado a quejarse por el...