El lunes es cuando comienza la vaina. Estamos en elecciones desde 2016 cuando se votó en el plebiscito, con el país dividido desde entonces. Lo que están pronosticando las encuestas recientes que no son públicas es que el que gane este domingo lo hará por una nariz, y el país va a quedar dividido en dos. Este no es un resultado indeseable porque el nuevo presidente, Duque o Petro, va a tener que moderar sus aspiraciones para no someter al país a la zozobra de un enfrentamiento prolongado e insostenible, o peor aún si se torna violento.
Si es Duque el ganador, no podrá reducir el acuerdo de paz y el posconflicto a su más mínima expresión. Tampoco podrá emprender la reforma de la justicia sin incorporar a los perdedores al consenso que ha anunciado....