Murrayfield, Escocia. Setenta mil seguidores del once del cardo, emblema del equipo escocés de rugby, aguardan ansiosos la disputa de la Copa Calcuta, el torneo más antiguo de este deporte de salvajes jugado por caballeros, todo lo contrario que el balompié. El trofeo, que enfrenta a Inglaterra y Escocia dentro del Seis Naciones de rugby (al que se suman Gales, Irlanda, Francia y, casi de forma testimonial, Italia), no recala en manos escocesas desde hace diez años. El siempre frío viento de Edimburgo dejó al menos despejados los cielos el pasado sábado, lo que permitió un lleno absoluto y el ondear de cientos de cruces de San Andrés, la divisa escocesa.
Como saben, Escocia e Inglaterra mantienen una histórica rivalidad en las islas británicas...