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Es tanto lo que se dice y escribe que a veces creo que es llover sobre mojado tratar los temas de este título. Pero los colombianos somos luchadores y nos negamos a entregar este país callados. Desde los períodos de Rojas y Samper el país no estaba tan polarizado. El país entero ha reaccionado frente el doloroso y traicionero atentado de la Farc contra sencillos soldados. Por los diferentes sistemas de Internet y por la comunicación verbal en la sociedad, circulan numerosísimos y diferentes clases de mensajes –profundos, serios, tristes, irónicos, iracundos, humorísticos, fotomontajes, etc,- contra este Gobierno. A pesar de que los grandes medios (El Tiempo, Caracol y CM&), reducen las dimensiones de la violencia guerrillera, Colombia desconoce los verdaderos avances de las casi vencedoras Farc.
Pareciera que en Bogotá, con 6 millones de personas, no sienten el mismo rechazo a ese grupo que el resto de los 40 millones de colombianos (los que más tributamos). Hoy sí que sentimos la necesidad de revivir las políticas descentralistas que otrora pedían los antepasados.
No sé si es por miedo o por simpatías hacia los guerrilleros, empezando por Santos, los periódicos, canales de TV y radio, los enmermelados congresistas y funcionarios oficiales, tratan con guantes de seda a las Farc. Juampa reacciona con la posibilidad de suspender los coloquios, conversaciones que más parecen chantajes, amenazas y triunfalismo de las Farc. También por ignorancia, por apuestas o por interés en un premio, se iniciaron las diabólicas charlas con las Farc, olvidando que “vaca ladrona no olvida...”, o aquella fábula de la tortuga y el alacrán, en la cual la primera le reclama al alacrán por clavarle el aguijón mientras le ayuda y el alacrán le contesta que su naturaleza es matar.
Desde la escogencia de Cuba como sede de los encuentros, todo empezó mal. ¿En la mente de quién cabría semejante selección, un baluarte del comunismo internacional, que ha servido de escuela a todas las guerrillas continentales? Era y es imposible la más mínima objetividad, pues todas las conversaciones son grabadas para posteriores sugerencias de los Castro. Y a ese país, los diálogos Colombia-Farc le llegaron en un momento crucial, pues Venezuela empezaba a disminuirle las inmensas ayudas económicas. Calculemos lo que Colombia le paga a Cuba por 2 personas, por noche y con desayuno, en hotel de lujo, entre US$ 128.oo y 190.00, durante casi 4 años, para 60 individuos, sin contar los constantes invitados, unos pagos, otros no. Eso sin pagar paseos y distracciones, además de los innumerables vuelos chárter y de línea. Un viaje normal Bogotá-Cuba, Cuba-Bogotá, por persona, vale en pesos $1’085.000.oo. Y súmele pagos de salarios de alto nivel, paseos y distracciones de los delegados oficiales y de la guerrilla. Este Gobierno gasta sin medida y sin razón.
Nota. En anterior columna destaqué algunos dirigentes y columnistas que critican a este Gobierno, pero me quedé corta. Hoy menciono someramente algunos: -Fabio Echeverri C., expresidente de la Andi; Raúl Tamayo G. exrepresentante; María Clara Ospina, Rafael Nieto, Guillermo Rodríguez, MG (Ra) Eduardo Santos Q., Reservista R. Gallo Lemus, Juan D. Escobar, Carlos A. Giraldo, Diego Aristizábal.
