En el circo de la política colombiana hay dos hombres que nos permiten hacer una radiografía de los extremos. La coherencia de un lado y el oportunismo del otro. El trabajo discreto frente a la algarabía de las pantallas y los micrófonos. El estilo sosegado y respetuoso de Antanas Mockus contra las maromas clientelistas de Roy Barreras.
Ambos resultaron electos al Senado tras unas sorprendentes votaciones en la jornada del pasado 11 de marzo, pero esa es quizá su única semejanza. Mientras a Mockus le llueven los saludos de respeto y los reconocimientos desde todas las orillas ideológicas, a Barreras lo miran con recelo, incluso sus copartidarios. Si al profesor y matemático le aplauden los logros de su ya lejana alcaldía en Bogotá, a Barreras...