El presidente electo de Colombia, Iván Duque, se ha definido y presentado en varias oportunidades como un hombre de palabra. A la vieja usanza. Como lo era su padre, ilustre varón antioqueño. Uno de los lemas de campaña decía: Duque es el que es... Así que no se necesita que firme en mármol para que cumpla su anuncio de que buscará la unidad, la integración del país, y que no gobernará con odios ni revanchismos. Presumamos su buena fe y generosidad.
El discurso como ganador la noche del pasado 17 de junio resultó de buen augurio. Tal vez por eso no emocionó a algunos de sus electores, que esperaban una perorata biliosa, un elixir de venenos y anuncios de vendettas políticas. Hay que saludar el tono de su discurso, porque desde el principio de...