Por Juan Pablo Pineda ArteagaUniversidad Pontificia BolivarianaFacultad de Com. Social, 8° semestrepinedajpp13@gmail.com
Reír, llorar, cantar, bailar, saltar, abrazar... Esos son verbos, y como tal, acciones. Son actos que nos hacen humanos, realizados en momentos que sentencian que lo somos. Esas palabras que terminan en r se ajustan a los quereres, pesares y saberes nuestros, a lo que deseamos y buscamos, a lo que necesitamos con intensidad, a lo que requerimos serenamente. Son letras que configuran virtudes; grafos que convergen en significados meritorios. Al fin y al cabo, ¿qué seríamos si las palabras fueran solo letras sin acción?
La muerte, por su parte, es la obviedad final de la vida, el ajuste que el destino nos hace a todos cuando el...