Hace unas semanas estuvo el Papa Francisco en Colombia con un mensaje que, sin duda, dejará profunda huella en el alma de los colombianos. Durante su visita, dejó muchas frases que pasarán a la historia, pero hay una que fue la que más llamó la atención: “el diablo entra por el bolsillo”. Este ha sido resaltado por los analistas como un llamado a mantener los pies en la tierra a representantes de la Iglesia y a los religiosos y no dejarse llevar por los intereses económicos. Sin embargo, creo que debe ser una llamada a todo el país, a sus dirigentes recientes y a los políticos que no se han dedicado a servir a la patria, sino a sus propios intereses.
Si bien la frase del Papa tiene todo el sentido para el caso colombiano, vale la pena una cualificación,...