«Prefiero que no haya acuerdo a un mal acuerdo», ha reiterado en repetidas ocasiones la premier británica, Theresa May, sobre su salida de la Unión Europea, el mayor logro político y social de la Humanidad. El desafío, sin embargo, solo sirve para dar munición a los tabloides más nacionalistas de Inglaterra. Los mismos que piden la guerra contra España solo porque desde Madrid se les recuerda que el anacronismo de Gibraltar, ese pedazo de la piel de toro arrebatada para servir de cueva de piratas a su graciosa Majestad, dejará de ser parte de la UE cuando se consume el Brexit. Lo de May no es más que una bravuconada como la de Vernon con Blas de Lezo en Cartagena de Indias porque el Brexit duro tiene un precio demasiado caro para Reino Unido...