Las imágenes de violencia de los últimos 25 años en Ituango componen uno de los álbumes más aterradores del país. Tal vez apenas lo superen en brutalidad y encarnizamiento con la población civil los pasajes de El Salado y Catatumbo, de Urabá y el Atrato. Pero ninguno tan sistemático y profundo. Basta rememorar las matanzas de Santa Rita y de El Aro, y los bombazos y tomas del casco urbano y los retenes y asesinatos selectivos de los paramilitares.
Ahora son las bandas criminales (Clan del Golfo y Caparrapos), las disidencias de las Farc (frentes 18 y 36) y las escuadras del Eln, las que azotan a los habitantes de este municipio del Norte de Antioquia. Al deterioro del orden público se suma hoy la depresión económica que trajo la emergencia en...