En uno de los cargos que he ocupado por nombramiento, cuando se presentó un escándalo de grandes proporciones, en una reunión del jefe con los funcionarios dependientes nos dijo que hiciéramos noticia, cualquiera que fuera, para lograr que la opinión pública pensara en otras cosas y se olvidaran del escándalo que se había suscitado.
La anterior es una práctica perversa pero bastante socorrida por quienes no tienen nada positivo que mostrarle a su gente y tienen que esconder la verdad. Entretener la opinión pública es fácil para sacarla de la realidad de las circunstancias complicadas.
Nada más fácil, para desorientar a la opinión, que crear un conflicto internacional. Chávez y su sucesor Maduro han sido expertos en eso. Santos, el mejor amigo...