Hay lapsos de la historia cuando se manifiesta con mayor esplendor la presencia de la maldad. Atravesamos por uno de ellos. Por paradoja estas ráfagas, luego de moler industrialmente la vida de millones de seres, inspiran las mejores obras del arte.
Dando brincos, podrían citarse el “Infierno” de Dante a comienzos del mil trescientos; la novela “El corazón de las tinieblas”, de Joseph Conrad en 1902, que a su vez da pie a “Apocalypse Now” filme de Coppola adaptado a Vietnam en 1979; y “Aguirre, la ira de dios”, de Herzog, quien en 1972 traslada la ferocidad a Suramérica.
Este vuelo de pájaro siniestro indica que la malignidad extrema conduce a la locura o la muerte. En todo caso, destroza la razón, anula la razón de ser de todas las cosas. Pero...