El derecho penal soporta hoy grandes dificultades; por ello, especialistas como el profesor italiano Luigi Ferrajoli afirman que en las democracias avanzadas la crisis del mismo consiste en el quiebre de sus dos funciones garantistas, que le aportan su legitimación: la prevención de los delitos y la prevención de las penas arbitrarias. Ello, se dice, es producto del doble cambio producido en la fenomenología de los delitos y de las penas favorecido por los procesos de globalización, que tiene que ver tanto con la cuestión criminal (valga decir, con las formas económicas, sociales y políticas de la criminalidad, en gran parte nuevas) como con la cuestión penal (esto es, las formas de intervención punitiva en gran parte viejas y degeneradas, las...