El presidente electo, Donald Trump, ha elegido un gabinete dominado por magnates corporativos sin ninguna experiencia en el gobierno ni paciencia para recibir lecciones de historia. En otras palabras, estará rodeado de gente como él. No hay nada malo en nombrar a líderes empresariales exitosos, en vez de a burócratas, para los cargos más altos del gobierno: de hecho, es una vieja tradición estadounidense. Cuando el presidente Dwight Eisenhower nombró al presidente de General Motors, Charles Wilson, como secretario de Defensa en 1953, dijo la famosa frase de que “lo que es bueno para General Motors, es bueno para Estados Unidos”.
Pero la historia ha demostrado que lo que es bueno para las grandes corporaciones no siempre es bueno para Estados...