En este momento alguien puede estar despotricando de usted en algún café. O usted puede estar desguazando a su prójimo. Es otro deporte nacional.
Café es una palabra de doble faz, como los traidores, que nombra tanto el sitio como la bebida.
Por capricho de pensionado, visité los lugares bogotanos donde funcionó el más emblemático de todos, El Automático, que originalmente estuvo en la Avenida Jiménez No. 5-28. García Márquez bebió allí sus primeros teterados culturales y ajedrecísticos de la mano del cliente más famoso: León de Greiff.
Esa leyenda llamada El Automático, nacido con posterioridad al 9 de abril de 1948, era un parche en el que estaba representada toda Locombia. Empezando por su dueño, Fernando Jaramillo Botero, uno de los quince...