La percepción de que el desgastado gobierno de Juan Manuel Santos se ha vuelto inoperante, se acrecienta día a día. Así lo señala la ciudadanía, lo califican las encuestas y lo atestiguan las enfurecidas protestas en las regiones más pobres y abandonadas de Colombia.
La ineficiencia demostrada por el Gobierno para encontrar soluciones a problemas tan graves como el que presentan la salud y la corrupción, o de llegar a acuerdos ante las exigencias del gremio de los maestros y de los pobladores de Quibdó y Buenaventura, es fehaciente prueba de esa inoperancia y desgaste.
Con su casi total dedicación a lograr la firma de los controvertidos Acuerdos de Paz, Juan Manuel Santos dejó desbordar la corrupción que se tomó al país como una epidemia devastadora,...