Si hay algo que no podemos permitir que se repita es la tragedia que implica el reclutamiento de menores por parte de los grupos violentos y la alarmante deserción escolar en los contextos más vulnerables. Hay que insistir en la respuesta frente a la Colombia olvidada: el fortalecimiento de la institucionalidad pública y privada, como presencia de toda la fuerza del Estado y la creación de oportunidades de inclusión personal y social. Destacamos como la institucionalidad más poderosa, que hay que proteger y fortalecer en dichos contextos, la escuela, muy especialmente la rural.
Cualquier cambio social que se quiera asegurar en Colombia tiene que pasar por la escuela. Ella es el lugar de lo universal, de la socialización; donde me encuentro con...