Todo en sus justas proporciones. Cada trasto en su lugar. Querer cargar el edificio Mónaco, donde vivió la familia del mafioso Pablo Escobar, de una significación superior en la guerra que les declaró el capo a la sociedad y el Estado colombianos es un despropósito.
Por allí los únicos afectados que pasaron fueron sus propios parientes, víctimas de la respuesta del Cartel de Cali a la ferocidad y crueldad de Escobar con sus enemigos. ¿Qué desfiló por el Mónaco más allá de la extravagancia de dos colecciones que sorprendieron al mundo cuando salieron en las imágenes de TV: una de autos antiguos, con un Mercedes limusina al frente, y una de obras de arte que incluía algún Picasso?
En el Mónaco, con excepción del estallido de un carro-bomba cargado...