El ultraderechista brasileño Jair Bolsonaro, quien todavía se recupera del reciente apuñalamiento en uno de los actos de su campaña, se ha complicado sobremanera la carrera presidencial. No por su largo historial de declaraciones homófobas, racistas y machistas. De hecho, pese a su pertinaz verborrea supremacista, en un país donde es un hecho, como en Cuba, que mandan los «blanquitos», Bolsonaro atesora casi un 30 % de intención de voto y lidera todos los sondeos. Bolsonaro se ha pegado un tiro en el pie al comprometerse a «extinguir» y «privatizar gran parte» de las empresas estatales del país si sale vencedor en las elecciones del próximo octubre. Para este capitán en la reserva, los recursos que se destinan a las compañías públicas y un alto...