Por Lucía Jaramillo MesaUniversidad EAFITCiencias Políticas, 4° semestre.ljaram60@eafit.edu.co
Es difícil vivir en la monotonía de un país sin memoria, o más bien, en un país con una memoria selectiva envidiable. Para nadie es un secreto que a esta acumulación de personas e intereses en un mismo perímetro llamado país lo único que lo une es la euforia de 11 hombres corriendo detrás de una pelota, porque, al fin y al cabo, usted solo es colombiano para gritar el gol de volea de James; el fútbol hace que usted por primera vez se sienta orgulloso de haber nacido aquí, en el país de las guacamayas y el café.
Somos una sociedad con una memoria selectiva envidiable y una doble moral sorprendente; nos hartamos constantemente de triunfos como la Copa...