Los audios de las interceptaciones hechas por agencias de seguridad de Estados Unidos a algunos de los protagonistas del escándalo de corrupción de los organismos de justicia, investigación judicial, del legislativo y de gobiernos locales y departamentales corroboran y completan el Estado de putrefacción que nos rige.
La revelación de esos documentos en W Radio, el viernes al mediodía, constatan la condición de criminales de la peor laya a la que descendieron magistrados de la Corte Suprema de Justicia. Escuchar las conversaciones en las que se habla de las coimas y demás sobornos que atravesaban la “administración de justicia”, como lo dijeron algunos oyentes, dan ganas de llorar.
Qué desencanto, qué arrolladora sensación de impotencia la que...