El viernes próximo, cuando Donald Trump asuma la presidencia de los Estados Unidos, comenzará una etapa intrigante para el periodismo. El reto directo es para los medios estadinenses. Trump ha sido mediático a lo largo de una vida muy discutible. Ganó las elecciones con base en un sistema electoral y una campaña que vuelven añicos la regla democrática de la mayoría. En la era de la posverdad, de la mentira instituida, la mitad más uno caducó en las democracias, donde se aplica un cinismo totalitario que emula con el de los regímenes autocráticos.
Así van disolviéndose valores, principios y tradiciones como el de la libertad de expresión y de prensa y el derecho a la información, sometidos a la confusión ideológica o el estado de ánimo de cada...