Por David González Escobar
Universidad EAFIT
Facultad de Economía, 5° semestre davidgonzalezescobar@gmail.com
En 2015, con el regreso de las películas de Star Wars y la reaparición de personajes como Chewbacca o Han Solo, millones de fanáticos pudieron revivir felizmente la saga que había logrado cautivarlos muchos años atrás.
Este retorno de Star Wars no fue un fenómeno aislado. Por el contrario, vino de la mano de una tendencia en Hollywood de revivir películas que alguna vez fueron exitosas: Los Increíbles 2, El Libro de la Selva o Buscando a Dory son solo algunos ejemplos, casi todos éxitos taquilleros.
Esta manera de explotar el pasado no les ha traído éxito únicamente a los estudios de Hollywood. Muchos políticos que de una u otra manera han tratado de rememorar “un pasado mejor”, han gozado de gran éxito en la segunda mitad de esta década.
Los ejemplos más hablados suelen ser Donald Trump, que con su campaña de Make America Great Again pudo llegar a la presidencia, o los promotores del Brexit, que triunfaron en su objetivo de intentar volver a los tiempos previos al “yugo opresor” de la Unión Europea. Sin embargo, el fenómeno es mucho más extendido, como se ve en el caso de Xi Jinping en China, quien promete el retorno de este país a su edad dorada.
Esta explotación de la nostalgia solamente ha podido ser efectiva debido a la actitud pesimista que se ha asentado en el mundo desarrollado en los últimos años. El crecimiento de nuevas tecnologías promete irrumpir diversas industrias ya establecidas, afectando las perspectivas de muchos ciudadanos en estos países.
Ante un futuro incierto, el pasado puede ser un refugio muy atractivo para quienes se sienten amenazados, haciéndolos sensibles a discursos que recuerden viejos tiempos. En este contexto, los políticos que evocan “un pasado mejor” tienen gran acogida, a pesar de que su premisa no sea necesariamente cierta. En Colombia, más allá de dialéctica de la yuca usada por Rojas Pinilla en 1970, apelar a la nostalgía no ha sido un instrumento muy efectivo a la hora de hacer política.
Sin embargo, los esfuerzos de los hermanos Galán por revivir al Nuevo Liberalismo parecen ir en contra de esta tendencia. ¿Serán los últimos? .
*Taller de Opinión es un proyecto de
El Colombiano, EAFIT, U. de A. y UPB que busca abrir un espacio para la opinión
joven. Las ideas expresadas por los columnistas del Taller de Opinión son libres y de ellas son responsables sus autores. No comprometen el pensamiento editorial de El Colombiano, ni las universidades
e instituciones vinculadas con el proyecto.