Xi Jingping tiene una meta fija, convertir a China en la primera potencia mundial en los próximos 20 años, quizá antes. Y, a todas luces, lo logrará.
Para muchos el liderazgo de Xi Jingping, obtendrá para su pueblo “el sueño chino”. Algo semejante al “sueño americano”, ese ideal de confort y progreso que él conoció en su juventud cuando visitó EE. UU.
Desde el 14 de marzo de 2013 es Presidente de la República Popular China, además de ser Secretario General del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la Comisión Militar Central. Esta acumulación de poder lo convierte en uno de los hombres más poderosos del mundo, gobernante de la nación más poblada de la tierra y, quizá, la más pujante.
Siendo niño, su padre, exvicepresidente...