“El objetivo es reducir el tamaño y el alcance del gasto gubernamental, no centrarse en el déficit. El déficit es el síntoma de la enfermedad”. Grover Norquist.
Habrán conocido al sujeto que se lamenta porque no le alcanza la plata y está en “la inmunda”, pero habla por el teléfono celular de última generación y dice sin ponerse rojo, o de cualquier color, que le “tocó” pagarle a la hija un cursito de inglés en Australia, pues cómo iba a permitir que humillaran a su “princesa”.
Dirán que estoy exagerando, y sí, y no me importa. Extremo el asunto porque es necesario señalar que la situación fiscal del país, heredada del peor gobierno de la historia colombiana, y eso que el ministro de Hacienda anterior lo nombraron como el mejor de América Latina...