Bernie Sanders, el socialista demócrata que asustó a Hillary Clinton en las primarias de Iowa ganará, muy seguramente, las primarias en New Hampshire. Será la consolidación del veterano rebelde que con un discurso incómodo para el establecimiento está haciendo lo imposible al ir contra la gran maquinaria. Se aplaudirá su valentía, su campaña recibirá más dinero de pequeños donantes, aumentarán sus perfiles en revistas, pero al final, para desgracia de los que esperan un revolcón, la ola de entusiasmo chocará con la realidad y Hillary se alzará con la candidatura.
Sanders, de 74 años, tiene todos los elementos para ser considerado una esperanza transformadora. Promete un revolcón serio en Wall Street, apretarles el cinturón a las grandes corporaciones,...