El deseo de conocer tierras diferentes, explorar el pueblo vecino o el lugar más lejano del mundo, ha sido un sueño constante del hombre. Antes, los impulsores de esa aventura fueron la conquista, el descubrimiento de nuevas tierras, la expansión de las naciones, las religiones y el comercio, hoy es el turismo.
Fueron los grandes navegantes, las caravanas que atravesaron continentes transportando sus productos y los indómitos exploradores, los que nos abrieron el camino y nos llenaron la cabeza con imágenes, y fabulosas historias, de lugares asombrosos que retaban la resistencia humana y abrían nuevos horizontes.
Hoy somos muchos los que queremos seguir sus pasos; viajar y de alguna manera encontrar caminos y espacios nuevos. Pero somos tantos...