Estamos entrando en la etapa electoral que cada cuatro años vive nuestra democracia. ¿Qué hay realmente de novedoso en esta ocasión?
Que la desconfianza de una franja importante de los ciudadanos frente a los partidos políticos parece haberse incrementado. Sin embargo eso no significa que ellos no vayan a ser los protagonistas principales en la elección del Congreso en 2018, porque la elección de congresistas tiene una lógica particular en la cual pesan los intereses regionales y locales y en donde tienen una fuerte incidencia las lealtades partidistas -así sean decrecientes- y las prácticas clientelistas tradicionales.
El voto más independiente en estas elecciones tiene, con pocas excepciones, un peso mucho menor -a no ser que hubiera una gran...