Se observa que Europa experimenta dificultades para establecer unas relaciones mutuamente beneficiosas con su vecino oriental. No es difícil identificar lo que parece ser el principal obstáculo para ello: la política exterior de Estados Unidos, como consecuencia de su expansión imperial, acelerada desde mediados del pasado siglo.
En el marco de esa expansión, Europa ha ido entregando a la potencia norteamericana las claves de su defensa, depositándolas en la OTAN, alianza político-militar que confirma a Estados Unidos en su calidad de imperio destinado a la hegemonía global. Aspiración siempre presente en la filosofía política, en los documentos y en las proclamas de los líderes estadounidenses, como cuando el pasado mes de mayo Obama -el presidente...