Por Norman A. Mesa LoperaUniversidad Católica del Norte Comunicación Social, sexto semestre norman.mesa@gmail.com
En los municipios pequeños, la política se vive con mucha intensidad y emoción, y debido a la ausencia de medios que permitan el flujo permanente de información y de columnas de opinión, el chisme callejero y el pasquín son las herramientas apetecidas para surtir las tertulias.
Claro está que las redes sociales han desplazado de manera paulatina el papel anónimo, cargado de “una verdad entre un universo de mentiras”, para manifestar todos los sentimientos negativos que deja la política en algunas personas.
El escenario en que la era digital nos instaló, ha logrado, además, moderar un poco el lenguaje para referirnos a los contrarios...