China es tema de observación constante por parte del mundo entero. Nos admira su crecimiento desbocado, el sitial que ocupa en la economía mundial, el tamaño de su sociedad, la gravitación en su entorno geográfico inmediato, el nivel de dependencia económica que ha generado entre sus socios comerciales, la penetración de sus inversiones en Occidente, su política militar, sus alianzas políticas, la presencia de sus inversiones en América Latina y en Asia, su corrupción, su desapego por las libertades, su militancia comunista que se da de la mano con su capitalismo de Estado y tanto más. Ahora, además, se suma a la presencia incisiva del gigante en el orden internacional su capacidad de propuesta de proyectos innovadores, todo lo que parece dejar,...