La semana que terminó fue pródiga en debates electorales. El más significativo fue el duelo entre Hillary Clinton y Donald Trump, candidatos a la presidencia de los EE. UU. En Brasil, la multiplicidad de candidatos a alcalde es tanta y la fragmentación del electorado tan grande que se vuelve difícil incluso seguir lo que dicen.
Tras ver el debate en EE. UU., quedó claro que Trump quiere ser el candidato “contra todo lo que existe”, muy especialmente contra la globalización, y de los que no quieren a los inmigrantes. Hábilmente, Clinton demostró que el candidato republicano suma a su intolerancia racial una combinación de arrogancia y de beligerancia. Con experiencia y bien preparada, Clinton exhibió racionalmente sus cualidades como posible comandante...