Este verano, el ministro de Cultura de Italia, Darío Franceschini, fue anfitrión en Milán de 83 ministros de cultura y delegados de todo el mundo, como parte de la exposición universal Expo Milano 2015. Los visitantes vieron la Fundación Prada, gozaron por el teatro de ópera La Scala y admiraron “La última cena” de Leonardo da Vinci. Sin embargo, ellos también hablaron sobre arte y cultura, y cómo promover y preservarlos en la era moderna.
Ahora, todo esto pudiera haber llevado a que algunos pregunten: ¿Qué no se supone que las inquietudes fundamentales de nuestro tiempo son terrorismo, guerra, la economía, hambre y cambio climático? ¿Por qué habríamos de unirnos para discutir algo comparativamente tan frívolo como los activos culturales? Después...