Las pruebas se acumulan en los despachos judiciales de toda Suramérica contra aquellos que, hasta hace un par de años, eran parte de una generación de líderes políticos como no se había visto en décadas. Desde posturas ideológicas muy diversas las figuras de Álvaro Uribe, Hugo Chávez, Rafael Correa, Lula da Silva o Néstor y Cristina Kirchner; coincidieron temporalmente y transformaron de forma radical a sus países y al hemisferio. En el camino, mientras ponían su sello programático y discursivo en el inicio del siglo XXI, una larga fila de ciudadanos quedó prendada de los nuevos ismos.
No son ni miembros de partido ni seguidores reflexivos ni aduladores momentáneos. No son críticos. Han formado una nueva religión y se han convertido en una feligresía...