Ya quisiera el proyecto reconciliador el liderazgo que tiene la guerra. El pasado 13 de diciembre, bajo la consigna “Paz con justicia”, tuvo lugar una marcha convocada por redes sociales. Como era predecible, contó con el discurso y la presencia de Álvaro Uribe: fue una marcha politizada. No por la dimensión de la movilización pero sí por el provecho político que se sacó de ella, es imposible no asociarla con el 4 de febrero de 2008 –“Un millón de voces contra las Farc”–, cuyo objetivo polarizador fue claro desde su nombre.
La dificultad no radica en la existencia de una oposición, lo cual es sano en toda democracia. Detrás de esta nueva manifestación politizada hay dos problemas de base: el pensamiento centralista que la motivó (y que a veces...