Las elecciones legislativas del 6 de diciembre en Venezuela serán la más antidemocráticas que se han visto en la historia reciente de Latinoamérica, con la excepción de Cuba. Y, sin embargo, es probable que la oposición gane el voto popular por un margen abrumador, y que eso lleve al principio del fin de la corruptocracia cívicomilitar que gobierna ese país.
Las normas electorales del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, controlado por el gobierno del presidente Nicolás Maduro, no podrían ser más injustas. El CNE ha escrito las reglas de tal manera que la oposición debe ganar más de un 60 por ciento del voto popular y vencer docenas de obstáculos para ganar una mayoría en el Congreso.
No es ninguna casualidad que Maduro no haya permitido...