Este año se cumplieron 25 de la muerte de Freddie Mercury. Difícil agregar algo sobre él para homenajearlo, a no ser que parta de la experiencia personal, de la forma como un personaje así puede irrumpir en la vida de uno y quedarse para siempre. Mi primera imagen de Freddie fue una invención. Por alguna razón a mi casa llegó un casete con la grabación de A Night at The Opera. Debía tener yo 6 o 7 años. Creo que fue vía mi tío por parte materna que se lo regaló a mi hermano mayor. Le dimos azote hasta que mi papá terminó cantando los coros. Pobre hombre.
Con Queen fue una claudicación sin atenuantes. Pasé de cantar con Topogigio: “a la camita, a la camita” a ser seducido por las guitarras desenfrenadas y los coros extravagantes de Freddie y sus...