Hay hinchas del Atlético Nacional a los que no nos carcome la virulencia frente al eterno rival de plaza, el DIM. Con la edad, cada vez somos más defensores del fútbol antioqueño, en general, y más abiertos a que el éxito sea para los clubes de la región. Caben también, en los afectos, el Envigado, el Itagüí y el Rionegro.
Hoy juega el poderoso, el equipo del pueblo, el rojito de grandes jugadores que admiramos siempre, desde las canchas de la UPB, como Óscar Pareja, o desde Villa del Socorro, cuando subía como reportero en los noventa, y uno encontraba sentado oyendo salsa a John Wílmar Pérez, la Pelusa, que sigue por ahí jugando torneos de veteranos como si no le pasaran los años.
En pleno diciembre vale la pena cambiar el tercio y escribir...