Podría creerse que la vida del siglo veintiuno sería una maravilla gracias a la cantidad de nuevas posibilidades, opciones, actividades, diversiones y demás que tenemos hoy como resultado de los avances de la tecnología virtual. Sin embargo, ¿será que, gracias a tantas innovaciones, vivimos más tranquilos y más felices? Es verdad que tenemos más oportunidades además de miles de “amigos” en las redes sociales, pero a la vez vivimos más atareados y agotados que nunca.
Me pregunto ¿a qué se debe que no tengamos un minuto libre a pesar de que contamos toda suerte de aparatos que nos permiten hacer más cosas en menos tiempo? ¿Cuándo decidimos que tenemos que comprar todo, tener lo que tienen todos y, por lo tanto, tener que correr como locos para...