Ante la peor sequía en la historia de Colombia, reanunciada desde el año 2012, por el presidente de la república, y por este medio desde hace casi dos años, los nuevos gobernadores y alcaldes se preparan para esta noche prometer en su discurso de victoria, acciones de desarrollo que muy probablemente no podrán cumplir, sencillamente, porque su pueblo y el campo no tienen agua, y no van a tener, sino hasta dentro de 5 meses.
Es increíble que a muchos candidatos en plena campaña, en medio de un escenario dantesco de reses muertas, de campos convertidos en desiertos, de incendios forestales, del calor nunca antes sentido, de una audiencia a punto del desmayo por deshidratación y falta de alimentos básicos, y de las colas inhumanas de los carrotanques...