América Latina tiene poderosas razones para considerar el frenazo de la economía china como un escollo para sus esfuerzos actuales de recuperación económica. Hace unos días el analista Moisés Naím, en las páginas del diario El País de España decía que “el año 2015 es el quinto consecutivo en el que la tasa de crecimiento económico de América Latina es inferior a la del año precedente. Y entre 2010 y 2015, las economías de la región se expandieron tan solo al 40 % del ritmo al cual crecieron entre el 2003 y 2010”.
Quizá por ello, el mismo periódico le dedicó un buen espacio, el pasado fin de semana, a presentar las consecuencias regionales de la ralentización de las cotizaciones de las materias primas vitales para el entorno latinoamericano, culpa...