*POR KARA SWISHER
Uno, dijeron, era un “buen tipo”. Otro no merecía que su vida fuera destrozada por su indiscreción. Es posible que otro se lleve su enorme colección de sabiduría tecnológica hacia un competidor, y eso no se puede.
Estas fueron las inanes razones presentadas a través de los años por parte de ejecutivos de Google para explicar una serie de acuerdos de silencio y sobornos para demasiados hombres de alto rango que habían sido acusados de acoso sexual, según numerosas fuentes que estaban en las reuniones privadas donde fueron debatidas las decisiones.
Lo que no sucedió, ni siquiera una vez, fue que esos líderes disciplinaran o despidieran a nadie por acusaciones que incluían a ejecutivos: agarrar a una colega en una fiesta sin su...