En 1970 los gatos de la señora Mary Gravell (vivía con 35 de ellos en un apartamento de un cuarto en Cambridge), los que pese a no ser adinerada mantenía bien, comenzaron a enfermar y a morir.
En el Angell Memorial Hospital, sitio de prácticas de la Universidad Tufts, Susan Cotter los trató. En 1964 Bill Jarrett, en Glasgow, había detectado un retrovirus asociado a gatos con leucemia. Y en 1970 Bill Hardy, del Memorial Sloan Kettering Cancer Center, NY, desarrolló una prueba para su detección. Cotter comprobó que tenían el virus.
No se conocía mucho. ¿Era contagioso? Con la ayuda de la señora Gravell estudiaron los gatos. Varios de aquellos que estaban sanos antes, enfermaban y morían. Sí se transmitía.
El mal avanzaba. El grupo de científicos...