Volar en avión nunca ha sido fácil en Colombia.
A primera vista, cualquiera diría que el precio escandaloso de los tiquetes es el principal impedimento para transportarnos por vía aérea, de ahí la tendencia de los usuarios a considerar a las aerolíneas como la raíz del problema.
La lógica más elemental induciría al transporte aéreo a asumir el liderazgo en un país como el nuestro, que desperdicia las posibilidades de sus ríos y cuya infraestructura vial es bastante precaria (agravada por los costos y frecuencia de los peajes: la corrupción sobre ruedas).
Si lo examinamos con detenimiento, las aerolíneas son apenas un eslabón de una extensa cadena de incompetencia que comienza con esa especie de negocio en vía de extinción que son las agencias de...