Por DAPHNE KELLERredaccion@elcolombiano.com.co
La fortuna política de la primera ministra Theresa May puede estar disminuyendo en Gran Bretaña, pero su empuje para hacer que las compañías de Internet controlen el discurso de sus usuarios está vivo y bien. A raíz de los recientes ataques de Londres, May se refirió a plataformas como Google y Facebook como criaderos de terrorismo. Ella ha exigido que construyan herramientas para identificar y eliminar el contenido extremista. Líderes del Grupo de los 7 recientemente sugirieron lo mismo. Alemania quiere imponer multas de hasta 50 millones de euros a plataformas si no remueven contenido ilegal rápidamente. Y una ley preliminar de la Unión Europea haría que YouTube y otros servidores de video responsables...