El Viernes Santo anterior, hace seis meses, los Rolling Stones tronaron gratis al aire libre nocturno de La Habana. Este fin de semana lo harán nuevamente en un documental de dos horas que muestra el esplendor de aquella gala.
Es un concierto, claro, pero es mucho más que eso. Es un careo de dos medios siglos: el de la mutante revolución cubana y el de este grupo de septuagenarios sobrevivientes a los excesos del XX.
Los labios del millón de cubanos asistentes saben de memoria las letras inglesas de estos histriones. Mick Jagger les habla en español palabras despolitizadas, al tiempo que agita estas masas populares con el vaivén de sus brazos fosforescentes.
A pesar de que ondean algunas banderas revolucionarias, nadie pronuncia consignas ni se...