En las sociedades democráticas, el análisis, control y manejo de los asuntos y los procesos públicos exigen una permanente interacción de pesos y contrapesos, de poderes y contrapoderes. Frente a la crisis de Hidroituango, hasta ahora, han obrado las versiones muy unánimes, dominantes e incluso excluyentes de EPM y la Alcaldía de Medellín.
Solo durante el último mes se hizo cada vez más necesario que otros actores entraran a alimentar el debate y el examen de lo ocurrido. Una de esas intervenciones, la del gobernador Luis Pérez, molestó bastante a quienes se abrogaban el manejo de los boletines de prensa y los partes sobre el desarrollo de la crisis.
Si bien los términos de Pérez Gutiérrez tuvieron mucho de ajuste de cuentas y de cierta desmesura...