Hay tormenta de aguas sucias en Hollywood. Se ha destapado una cloaca que todos sabían que existía, pero nadie se atrevía a destapar.
La industria del cine y entretenimiento se había hecho, hasta ahora, “la de la vista gorda” y con gran hipocresía y duplicidad escondía su inmundicia debajo de las alfombras rojas desplegadas en las pasarelas de sus extravagantes eventos.
Muchas de las más destacadas artistas, que por años hemos visto desfilar sonrientes y triunfadoras por esas alfombras, en pomposas premiaciones e inauguraciones, hoy confiesan que fueron, de una u otra manera, irrespetadas, acosadas u abusadas sexualmente por algún director, productor o agente durante su ascenso a la fama y a los premios.
Desde el destape del escándalo del poderoso...